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Desarrollo conceptual y análisis político

miércoles, 4 de mayo de 2011

Problemas de ubicuidad en la Teoría Política. Parte I

Problemas de ubicuidad en la Teoría Política
PARTE I
¿Dónde está lo político?

La pregunta sobre ¿Qué es la política? ha acosado el espíritu de los que han reflexionado sistemáticamente sobre la política desde siempre. Desde Platón, hasta nuestros días, el intento por establecer criterios más o menos estables que nos permitan identificar los fenómenos y acciones que se consideran políticos en un momento histórico dado, ha llenado bibliotecas enteras. En la modernidad esta pregunta se encontró con el advenimiento del Estado y en él estableció un referente supuestamente objetivo sobre el cuál anclar la perturbadora pregunta: la política era el Estado.

En ese momento de la modernidad, tenía que ser así: la prerrogativa de los Estados nacionales para hacer la guerra, la llegada de los modelos democráticos de acceso, distribución y uso del poder, las funciones burocráticas, los partidos políticos y la representación política, hacían del Estado el ámbito político por excelencia. Poco después las cosas cambiarían. Actualmente la desidentificación de la política con el Estado es un lugar común en la Teoría Política. Junto con esto, “lo político”, como ese excedente de política que no puede reducirse a lo estatal-gubernamental, surge como una categoría que abre un amplio y complejo universo de fenómenos políticos: Desde la intimidad del hogar, a experiencias colectivas y organizativas que sin interactuar demasiado con el Estado y el poder instituido, apuntaban a una modificación  de las relaciones de poder.

El descubrimiento de “lo político” abría espacio para la exploración teórica, pero también ponía en aprietos a la Teoría Política, que a medida que abandonaba la certeza que había encontrado al ubicar al Estado como el centro articulador de la vida política, se adentraba en un mundo mucho más diverso y complejo, en donde lo político adquiere distintas formas y emerge en una multiplicidad de espacios. La pregunta sobre ¿qué es la política? se ha difuminado en esta complejidad, al punto que cuestiones como el "poder" y el “dominio” nos lleguen parecer asuntos tan intangibles, que somos incapaces de reconocerles, incluso cuando nos topemos con ellos a diario. Lo político a veces toma un derrotero equivalente al del éter para la Física anterior a Maxwell, aquella hipotética sustancia que explicaba el movimiento de la luz. Conceptos como “hegemonía” e “ideología”, a veces nos hacen olvidar que vivimos en un mundo mucho más terrenal y que el poder para serlo, necesita labrar la superficie en la que emerge.* 

Por esto, proponemos darle un giro ontológico a aquella vieja pregunta que puebla las bibliotecas públicas y particulares. Exploremos caminos diferentes, preguntémonos ahora ¿Dónde está lo político?

Me despido con una pregunta a desarrollar posteriormente: ¿es posible que el déficit de localización de lo político pueda resolverse con un giro topológico?

Adrián Velázquez Ramírez
4/mayo/2011


* Esto introduce un nuevo espectro clasificatorio en la Teoría Política basado en una dicotomía entre concepciones concretas  y concepciones difusas del poder.